La naturaleza es impredecible y entre sus manifestaciones más destacadas se encuentran los rayos. Des de Toscano, nos advierten que estas descargas pueden causar daños importantes, no sólo a las estructuras sino también a los equipos electrónicos y sistemas eléctricos. Comprender la importancia de los pararrayos es fundamental. Pero ¿por qué es importante tener uno?
¿Qué es un pararrayos y cómo funciona?
Un pararrayos es un dispositivo diseñado específicamente para atraer rayos y conducirlos de forma segura hasta el suelo, protegiendo estructuras y objetos en su interior. Consta de una serie de componentes metálicos instalados en el punto más alto de un edificio o estructura y conectados a tierra mediante cables. Cuando se acerca el rayo, el pararrayos actúa como conductor prioritario, transfiriendo la corriente directamente a tierra y evitando que afecte a las estructuras y equipos allí situados.
Las consecuencias de no contar con protección
Sin un pararrayos, un edificio queda expuesto a los rayos, que pueden causar daños estructurales significativos. Desde agujeros en el techo hasta incendios, las consecuencias pueden ser devastadoras y costosas.
Los rayos crean picos de voltaje que pueden dañar o destruir dispositivos electrónicos y sistemas eléctricos.
Esto no sólo provoca elevados costes económicos, sino que también supone un riesgo para la seguridad, ya que puede provocar cortocircuitos e incendios.
Los equipos electrónicos y los sistemas eléctricos son esenciales hoy en día.
Los protectores contra sobretensiones protegen contra sobretensiones, conservando estos valiosos recursos y evitando costosas reparaciones o reemplazos.
Normativas según el Código Técnico de Edificación (SUA/8)
El Código Técnico de Edificación (CTE) es un conjunto de normativas y regulaciones que buscan garantizar la seguridad y funcionalidad de las edificaciones. Dentro de este código, la sección SUA/8 se dedica específicamente a la protección contra el impacto de rayos.
Edificaciones obligadas a contar con pararrayos
Según la sección SUA/8 del CTE:
·Edificios de gran altura: Por su importancia y los riesgos que conlleva, los edificios a partir de una determinada altura deben estar equipados con sistemas de protección contra rayos. Estos edificios, debido a su altura, son más susceptibles a sufrir descargas eléctricas.
·Instalaciones industriales y comerciales: Las instalaciones que manipulen o almacenen productos que puedan suponer un riesgo por impacto de rayo deberán disponer de sistemas de protección. Esto incluye plantas que manipulan materiales inflamables o volátiles.
·Edificaciones con alta afluencia de público: Lugares como estadios, hospitales, escuelas y lugares con grandes aglomeraciones deben garantizar la seguridad durante las tormentas eléctricas y por tanto deben contar con sistemas de protección contra rayos.
Comprender la importancia de los pararrayos es fundamental. No se trata sólo de cumplir regulaciones o estándares, se trata de brindar soluciones que protejan a las personas, sus activos y sus inversiones. En un mundo donde la tecnología domina cada vez más, garantizar la seguridad eléctrica es una responsabilidad que no podemos eludir. Así que la próxima vez que asuma un proyecto, recuerde: la protección contra rayos no es un lujo, es una necesidad.