Instalar cargador de vehículos eléctricos en casa
La llegada de las motos y coches eléctricos es ya una realidad y, aunque los precios siguen siendo un poco elevados, van descendiendo gracias a la disminución de los costes de la tecnología empleada. Esto hace que aumente la necesidad de instalar cargadores de vehículos eléctricos tanto en espacios públicos como en garajes privados o en casa.
Si tenemos un garaje propio o compartido en comunidad, lo más habitual es que se cuente con algún enchufe que, mientras la instalación tenga la toma de tierra bien hecha, ya nos sirve para cargar el vehículo. Pero si queremos cumplir al 100% con la normativa vigente (ITC BT-52), tenemos que instalar un circuito exclusivo para el cargador y este no puede superar los 9,kW de potencia. Si tenemos una plaza propia en un garaje colectivo, tenemos que informar al Presidente de la comunidad sobre la instalación que vamos a hacer y guardar un copia del documento con la fecha y el sello o firma.
Hay tres maneras de suministrar de electricidad nuestro cargador. Una es realizando una derivación de nuestra instalación eléctrica individual aprovechando el mismo contrato eléctrico de la vivienda. Si la plaza de garaje no está en el mismo edificio en el que vivimos hay otra posibilidad, realizar la derivación desde el contador del mismo garaje, instalando un contador secundario para pagar el gasto a la comunidad. La última posibilidad es contratar un nuevo suministro eléctrico solo para cargar el vehículo eléctrico.
Sea cual sea la opción elegida, el usuario debe ser siempre el que corra con todos los gastos ocasionados por la instalación. Además, se tiene que tener en cuenta que no se tienen que dañar las instalaciones ni los elementos comunes del edificio aunque, por lo general, no se necesitan obras de albañilería para instalar el punto de recarga.
Por último, hay que elegir el punto de recarga adecuado para nuestro vehículo. El wallbox (base mural de recarga) puede ser con manguera, cable y conector o con tomas de recarga donde enchufar el cable del vehículo. Eso sí, todas tienen que contar con mecanismos de protección: línea de toma de tierra, interruptor magneto-térmico contra sobrecargas y un interruptor diferencial contra contactos indirectos. Y si queremos un extra, que cuenten con cierta impermeabilidad.
Aunque lo más importante de todo es contar con un instalador profesional para asegurarnos de que todo se realiza con el mayor rigor y calidad posible.