Cómo almacenar datos en la empresa digitalizada
La digitalización del sector eléctrico es ya una realidad, y es una realidad inevitable. Este cambio facilita la producción agilizando los procesos e incorporando el IIoT para lograr mejores y más eficientes resultados. Eso sí, esto requiere de nuevos sistemas de almacenamiento que sean capaces de guardar todos estos datos de un modo seguro y accesible.
Existen diferentes tipos de almacenamiento por lo que hay que identificar las necesidades de cada empresa para elegir el más adecuado:
DAS (Direct Attached Storage) Es la conexión directa del dispositivo de almacenamiento a la máquina (disco duro, rack con discos, etc.) Utilizan conectores convencionales como SATA o SCSI y canal de fibra. Su inconveniente es que hay que gestionar los discos y la baja tolerancia a fallos.
NAS (Network Attached Storage) Similar al DAS, pero la conexión entre máquina y sistema se hace con cable de red o fibra óptica usando el protocolo TCP/IP o entornos como SMB, CIFS, etc. Esto permite estar más alejado del sistema de almacenamiento y transmitir datos más rápido. Inconveniente: alcanzar rápidamente el límite máximo de velocidad creando un cuello de botella.
SAN (Storage Area Network) Es una infraestructura dedicada y de alto rendimiento preparada para almacenar y mover grandes cantidades de información y está repartida en varios puntos separados por grandes distancias. Otorgan mucha velocidad, escalabilidad y redundancia. Inconvenientes, el coste es muy elevado y necesita grandes conocimientos técnicos e infraestructura.
Por otra parte, tenemos el almacenamiento en la nube (online) que puede ser 100% en la nube o híbrido:
Sistemas locales (convencionales) Servidores con cabinas de discos duros, NAS en la oficina, etc. Parecen rápidos y seguros, pero, al no ser un sistema centralizado se estropean fácilmente, necesitan mantenimiento y una cara infraestructura local.
Sistemas híbridos (locales+nube). Una parte en la nube y la otra en local, así, si la empresa sufre un corte en la red, se puede acceder a los datos en el local (replicados en la nube) y si hay un corte en la luz, se puede acceder a los datos mediante redes 3G.
100% en la nube. En esta infraestructura todo está conectando entre si, consiguiendo una velocidad de acceso a los datos inmejorable y una disponibilidad cercana al 100%. Tiene unos costes menos elevados que otros sistemas, el acceso solo está limitado por la velocidad de la red que se tenga. Permite una alta escalabilidad y tiene una gran seguridad cifrada. Además, permite el acceso desde cualquier terminal en cualquier parte y no requiere ninguna sincronización con el ordenador, puesto que se trabaja directamente en la nube.